Comunidad sin fronteras y muros

La amistad entre las personas de culturas y naciones diferentes es el modo cotidiano con el que se expresa esta fraternidad internacional que es al mismo tiempo apertura al mundo y pertenencia a una �nica familia de disc�pulos.

En un mundo que al final del segundo milenio exalta las fronteras y las diferencias nacionales y culturales, incluso hasta hacer de esto un motivo antiguo y nuevo de conflicto, las comunidades de Sant'Egidio testimonian la existencia de un destino com�n no solo para los cristianos, sino para todos los hombres.

Hay comunidades m�s j�venes y m�s ancianas. Algunas son m�s n�merosas y est�n m�s enraizadas que otras, algunas son m�s conocidas que otras en el ambiente en el que viven, pero todas se esfuerzan en ser, y verdaderamente representan, una �nica familia en torno a Jes�s.

La comunidad de Roma es la m�s anciana y, como primera comunidad, desarrolla en este sentido un servicio a la comuni�n y a las comunidades m�s recientes, sin "otros limites que los de la caridad", como indic� el Papa Juan Pablo II en Sant'Egidio por el 25 aniversario de la Comunidad en 1993. Esta unidad se expresa con una comuni�n y solidaridad concreta entre los hermanos y hermanas, que se ha revelado como la mejor forma de organizaci�n de la vida de la misma comunidad.