Ilustres señoras y señores!
El anual encuentro internacional de oración por la paz de la Comunidad de San Egidio, me hace volar alto y reaviva mi esperanza. Nos encontramos para reflexionar, elaborar nuevas ideas, crear nuevas amistades, y muchas cosas desconocidas y extrañas se vuelven claras y comprensibles. Demuestra que la paz y el deseo de paz no tienen que quedarse en sueños y oraciones, sino que pueden realizarse a través de encuentros personales, confianza recíproca y el confrontarse en el diálogo. Para ello es necesaria la disponibilidad a un respeto recíproco, a superar los prejuicios y el deseo de aprender los unos de los otros. En la última década he participado en muchas conferencias. Estimado Prof. Riccardi, el Espíritu de Asis nos refuerza a todos, con la ayuda del Señor y nuestra voluntad, a acercarnos a la meta – alcanzar la paz.
Shalom – la paz en el hebraismo es mucho más que la cohabitación pacífica entre los hombres. Shalom tiene muchos significados. Shalom es el nombre del Señor. No es solo nuestra voluntad personal de que reine la paz. Es la voluntad del Señor de que haya paz entre nosotros. Cuando nos saludamos con Shalom – paz, nos recordamos a nosotros mismos que debemos vivir entre nosotros según su voluntad.
La palabra Shalom viene de Schalem – „ser en plenitud“. Si queremos ser perfectos, debemos estar en paz entre nosotros
.
Realizar la paz entre los hombres es nuestro gran reto desde la creación. Cuando el Señor creó a Adán y Eva, dijo: „ Quiero darte una ayuda, que te corresponda“(1.B.M 2,18), que quiere decir que cuando dos personas se encuentran, pueden o ser una ayuda del uno al otro o estar uno en contra del otro.
Más tarde, durante la construcción de la Torre de Babel, fue un problema que los hombres estuvieran tan unidos. El dijo: „ «Como son un solo pueblo, y hablan un solo idioma, ya han comenzado a hacer esto. Ahora nada les impedirá hacer lo que quieran.
Es mejor que bajemos y confundamos su idioma, para que no se puedan entender”
(1.B.M.11.6-7). Quiere decir que el hecho de que los hombres hablen un único idioma se critica en vez de verlo como algo positivo?!
Rabbi Ovadja Sforno, un rabino y médico romano, escribe en el s. XVI: „si los hombres siguen hablando un único idioma, seguirán adorando a los ídolos y no pensará nunca que se pueda hacer de otra manera. El Señor divide a los hombres para que sean críticos los unos con los otros y para que puedan de esta manera llegar a la plenitud de la verdad de la fe.
La paz es importante, per la paz tiene que ser justa. Los países y los pueblos del mundo, que no conceden a sus súbditos libertad de pensamiento ni de religión, parecen vivir en paz, pero están muy lejos de la idea de paz del judaísmo. „Dos judíos, tres opiniones“: este dicho expresa que la vida pacífica se consigue con una disponibilidad a una pensamiento crítico y productivo, que permite que las personas sean diferentes de cómo el otro se lo espera.
„
Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: Su tiempo el amar,
y su tiempo el odiar;
su tiempo la guerra,
y su tiempo la paz.
“. (Qo 3,1.8)
El tiempo para la paz es lo que deseamos.Il tempo per la pace è quello che desideriamo.
No quisiera dar la impresión de quereos convencer de que el judaísmo es la religión más pacífica del mondo. La religión que puede darnos a todos nosotros los caminos para alcanzar la paz. Las tres religiones habramíticas, Judaísmo, Cristianismo e Islám están unidas por el progenitor común Awraham/Abraham/Ibrahim. Qué padre puede desear que sus hijos peleen entre ellos? Awraham es para todos nosotros un hombre que se ha relacionado con los otros pacíficamente: como cuando ha recibido a los tres huéespedes a la entrada de su tienda en la hora más calurosa del diía y ha acogido con alegría a esos desconocidos que pasaban por ahí, o cuando habla con el Señor para convencerlo y usa la excusa de los justos entre los habitantes de Sodoma y Gomorra para salvar las dos diudades antes de que el Señor las destruya.
Pero esto es lo contrario de lo que se espera de nosotros hoy. No estamos aquí para convencer a los que nos escuchan y a los compañeros en la lucha sobre nuestra verdad sino que sobre todo hemos venido para escuchar y oir que creyentes de todas las religiones desean la paz. Sabemos que en las Sagradas Escrituras de todas las religiones hay mandamientos, prohibiciones, historias sobre todo lo que se refiere la vida cotidiana: paz pero también guerra, peleas pero también amor. Así es nuestra vida y así son también las Sagradas Escrituras. No disimulan la verdad, sino que nos piden que la veamos y tomemos posición ante ella. Por eso nuestras fuentes nos muestran la complejidad de la vida a través de la lectura y el estudio debemos aprender a colocar los valores en el orden adecuado.
Una religión de paz es la religión en cuyas escrituras se cita más veces la palabra paz, Shalom y Salam. Una religión de paz es aquella cuyos creyentes y seguaces han interiorizado que la paz no es solo el fin sino también el camino: un camino difícil, que nos pide que cambiemos muchas cosas en nuestras vidas, para llegar al objetivo. Es importante que se hable de paz no solo en tiempos de paz, sino también en tiempos difíciles, en tiempos de discordia y guerra, y trabajar para conseguir la paz. Menos brutalidad y más moralidad, antes de que el dedo apriete ahí donde la vida se convierte en muerte y la alegría en luto.
Paz no quiere decir NO combatir el terrorismo. Parte de la paz es alejar el mal del mundo. En nombre del pensamiento y de la concepción democrática no podemos garantizar los derechos a grupos extremistas de dereche, racistas, antisemitas y anti islámicos concediéndoles de esta manera espacio para un ulterior activismo. Hay que erradicarlos con todos los medios.
Las palabras del profeta Isaías nos parecen una utopía en los tiempos que estamos viviendo ahora:
„ El lobo vivirá con el cordero,
el leopardo se echará con el cabrito,
y juntos andarán el ternero y el cachorro de león,
y un niño pequeño los guiará“. (Is 11,6).
Para alcanzar la paz en la forma de las palabras del profeta Isaías er raggiungere la pace nella forma delle parole del profeta Isaia hay que recorrer determinados caminos. Los caminos y los empinados senderos de la Torah son los caminos y los empinados senderos de la moral. Debemos orientar nuestro caminos según valores morales. Se empieza con la mansedumbre y se acaba con la paz.
Nosotros y nuestros hijos tenemos que volvernos a educar, para alcanzar la paz. Respeto, paciencia, aceptación, escucha, compresión, amabilidad, cultura del Streitkultur no son solo palabras. Son virtudes que hay que cultivar para comprenderse los unos a los otros.
A Arón, hermano de Moisés y sumo sacerdote del judaísmo se le recuerda con esta descripción: él es el que ama la paz y la busca. Nosotros, representantes de las religiones y líderes mundiales, debemos poner en el centro de nuestras obligaicones y fijarnos el objetivo de alcanzar la paz. Pero desgraciadamente de vez en cuando nos entereamos de que hay terroristas apouados también por hombres de religión. Nosotros tenemos una gran influencia sobre nuestros creyentes, y hay que usarla para guiar a la gente a un comportamiento justoy positivo con las otras religiones y con la humanidada entera.
En este nuestro tiempo, en el que en cualquier parte del mundo los hombres están amenazados por el terrorismo y la guerra, quiero concluir con la oración que nosotros recitamos quince veces al día en la sinagoga:
Haz la paz desde el alto de los cielos, haz la paz... respondemos: Amen!
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