Mañana será un día importante para Yasmine y su hija Falak. Ellas, refugiadas de la guerra de Siria, serán las primeras personas que lleguen de Líbano a Italia con los corredores humanitarios, sin verse obligadas a emprender los "viajes de la muerte" por el Mediterráneo. Pero será un día importante también para todos aquellos que creen en la acogida y la integración: una llegada a la que le seguirá, en las próximas horas, la de su familia y, a lo largo del año, de mil refugiados más, de manera segura y legal. Llegarán a nuestro país gracias al acuerdo firmado el 15 de diciembre pasado por la Comunidad de Sant’Egidio, la Federación de las Iglesias evangélicas de Italia y la Mesa Valdesa con los ministros de Exteriores y de Interior.
Para recibir a Yasmine y a Falak, en el aeropuerto de Fiumicino estarán los responsables de las organizaciones que han puesto en marcha este proyecto, el primero de este tipo en Europa, dirigido a personas en condiciones de "vulnerabilidad" (mujeres con niños, ancianos, enfermos y discapacitados) que actualmente viven en los campos de refugiados de Líbano, Marruecos y Etiopía.
La cita para el recibimiento y un briefing para la prensa será a las 12 en la terminal 3 de llegadas de Fiumicino.
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