“La terrible tragedia de Lampedusa nos exige a todos una respuesta que no se limite al pésame sino que apele a la responsabilidad y tenga la valentía de hacer una propuesta. Pido un funeral de Estado en Roma por las víctimas de este enésimo desastre humanitario; y mientras nos unimos a la oración del papa Francisco, y pedimos intervenciones rápidas y eficaces para aliviar el sufrimiento de los supervivientes, no podemos dejar de denunciar con fuerza las carencias de la política europea y mundial, así como el desatino de las iniciativas de la cooperación internacional ante el fenómeno gigantesco e imparable de las migraciones, una verdadera emergencia de nuestro tiempo.

“Los viajes de la esperanza, que están destinados a terminar en desesperación y en horror, deben parar en su origen, y por eso hay que organizar un sistema de control internacional en las costas del Mediterráneo que sea eficiente y también un sistema de represión de la actividad criminal de los traficantes de hombres, mujeres y niños. La cooperación internacional debe trabajar para ayudar a los países más pobres de África y de las zonas de guerra para aliviar las condiciones de vida de la población y para evitar, cuando sea posible, el fenómeno migratorio. Europa debe abrir en Lampedusa o en Sicilia un centro de primera acogida no solo italiano, donde se exprese la solidaridad de toda la Unión; y debe ocuparse de el reasentamiento de los refugiados, de los emigrantes, de los solicitantes de asilo en los distintos países europeos que pueden acogerlos y ofrecerles condiciones dignas de vida y de trabajo. Y eso es solo lo mínimo que se puede y se debe hacer de manera inmediata.

“El pasado 8 de julio el papa Francisco lanzó desde Lampedusa un llamamiento para despertar nuestras conciencias “para que esto no se repita”. Pero se ha repetido; y es responsabilidad de todos aquellos que "con sus decisiones a nivel mundial han creado situaciones que llevan a estos dramas". A esta denuncia de hace tres meses hoy el Papa ha añadido una sola palabra: 'Vergüenza'. Que Europa y el mundo se movilicen”