En la zona de Donetsk, en Ucrania, recientemente destruida a causa de los enfrentamientos armados, la Comunidad de Sant’Egidio con el programa de adopciones a distancia reconstruye el Centro de rehabilitación para niños "La vela de la esperanza" de Sloviansk.
Los enfrentamientos militares empezaron en Sloviansk en abril de 2014: Fue el inicio de la guerra en Donbas. Durante los combates era imposible visitar la ciudad. Todos los niños del centro fueron evacuados a otras regiones de Ucrania. También el director del centro y los asistentes tuvieron que irse de la ciudad. Durante los enfrentamientos, el centro de rehabilitación fue bombardeado y saqueado. Se lo llevaron todo: sábanas, muebles, lámparas, electrodomésticos, e incluso la ropa de los niños.
Cuando el ejército ucraniano conquistó la ciudad muchos volvieron y encontraron el centro con grandes desperfectos. Había que cambiar los forjados, volver a construir el techo, poner calefacción, ventanas... faltaba todo. Decidieron reconstruirlo para poder ayudar a los niños y a sus familias que habían vuelto a la ciudad. Empezó así una cadena de solidaridad que llegó a muchos: equipos de voluntarios ya han empezado los trabajos de reconstrucción y han llegado ayudas de otros países y de otras ciudades ucranianas.
Gracias a la ayuda del programa de adopciones a distancia de la Comunidad de Sant'Egidio se han podido comprar productos de primera necesidad: alimentos, ropa, material escolar, jabón y productos de higiene, no solo para los niños sino también para toda la familia. Dar la posibilidad a los niños de ir a la escuela es fundamental: el 1 de septiembre, día de inicio del año escolar en Ucrania, todos los niños que forman parte del programa de adopciones a distancia volvieron a estudiar.
Los responsables del programa pudieron visitar Sloviansk y el Centro de rehabilitación a mediados de octubre. La ciudad está recuperando la normalidad: vuelven a abrir las tiendas, las escuelas, los hospitales, los bancos, los trenes y las compañías de teléfono. En la ciudad se percibe una fuerte presencia del ejército ucraniano, lo que da seguridad y tranquilidad a los ciudadanos. La administración del Centro de rehabilitación espera poder terminar las obras antes de que llegue el frío invernal, a mediados de noviembre, para poder acoger a los niños. Una parte del Centro se destinará a acoger a familias de refugiados, con muchos niños, provenientes de las zonas de combate.
El centro infantil, como toda la ciudad, pasa por momentos de dificultad y de pobreza. Necesita apoyo, también económico, para la reconstrucción y poder volver a la normalidad. Mientras tanto, ya se ve un gran cambio: no hay enfrentamientos armados en la ciudad y todos esperan que la paz llegue pronto.
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