Era mayo de 1944 cuando unas 4000 personas, judías y gitanas, fueron concentradas en el gueto de Pecs esperando a ser deportadas a Auschwitz dos meses después. Han pasado 71 años desde la que es una de las páginas más oscuras del siglo XX, pero el recuerdo de aquellos trágicos acontecimientos sigue viva. También este año han recorrida las calles de la ciudad húngara para no olvidar: es la marcha del recuerdo organizada por la Comunidad de Sant’Egidio junto a la comunidad judía de Pecs, que llega a su décima edición.
El cortejo recorrió pacíficamente las calles de la ciudad hasta la sinagoga, donde tomaron la palabra representantes de las instituciones, el obispo, el rabino, el embajador de Israel en Hungría, y sobre todo Rita Prigmore, superviviente del Holocausto, que estos días se ha reunido con cientos de estudiantes húngaros, y que dio su testimonio al final de la marcha, lanzando un llamamiento a todos, sobre todo a los jóvenes, para construir un futuro sin racismo y ninguna otra forma de violencia. Un llamamiento que retomó también János Hagy, de la Comunidad de Sant'Egidio, que alentó a todos a trabajar conjuntamente para construir un país donde haya un lugar para todos, haciendo espacio también para los pequeños, los débiles, los pobres, los extranjeros.
En el clima de la difícil Hungría, donde ideologías peligrosas de extrema derecha ganan consenso en la sociedad, este recuerdo representa un signo importante para una nueva cultura de la paz, y la defensa de las víctimas del racismo y de la xenofobia que resurgen en nuestro tiempo. |