"The School of Peace", la escuela primaria que la Comunidad de Sant'Egidio abrió en Uganda del norte junto a la Diócesis de Arua, acoge a más de 1.000 refugiados de Sudán del Sur que llenan los primeros cinco cursos del ciclo primario. En septiembre recibieron una visita especial: Mgr. Sabino Odoki (obispo de Arua) y algunos amigos de la Comunidad –una experta en lingüística y un técnico especialista en agua y energía– acompañados por la Comunidad de Adjumani fueron al Nyumanzi Settlement.
El gran campo de refugiados (Settlement) de Nyumanzi donde está la escuela no está lejos de Adjumani, donde está presente la Comunidad de Sant’Egidio. En el asentamiento la población juvenil menor de 17 años es el 64% de la población. A finales de abril de 2015 la población total llegaba a 27.866 personas.
La visita fue una ocasión para conocer mejor a los estudiantes de la escuela, recoger fragmentos de sus historia y de los caminos que les llevaron hasta Uganda y a Nymanzi, y también fue la ocasión para reforzar la colaboración con algunas agencias internacionales como UNICEF que aprecia y apoya nuestra escuela porque "ofrece garantías de calidad y sostenibilidad".
La edad media de los estudiantes es de 10,9 años, pero entre ellos hay un buen grupo de adolescentes, al menos unos treinta, que tienen 16 años o más, y unos 120 tienen entre 14 y 15 años. Los más pequeños (5-7 años) son unos setenta. Nos sorprendió la llegada de un primer grupo de ugandeses (no refugiados) que decidieron venir a nuestra escuela desde el pueblo de Ovuvu (hacia la frontera de Panzaala Port) recorriendo cada día a pie los cinco quilómetros de camino rojo que les separa de Nyumanzi.
La mayoría es originaria del Jonglei State, el más grande de Sudán del Sur, donde la población es mayoritariamente dinka. En particular, muchos refugiados llegaron de la ciudad de Bor (capital de Jonglei) y del "Duk County", más al norte. La zona fue atacada por los rebeldes de Riek Machar entre finales de 2013 y principios de 2014. Bor dista casi 400 km de la frontera con Uganda, una distancia que casi todos recorrieron en varios días, a menudo parando en la capital Juba (a mitad de camino) y cruzando una frontera no oficial en una de las barcas que atraviesan el Nilo blanco cerca de Panzaala Port.
Durante la visita, que duró una semana, hicieron un reconocimiento de la disponibilidad de agua en la zona. La construcción de un pozo de agua dulce es una de las primeras cosas que querríamos hacer para mejorar la calidad de vida de los jóvenes y se consideró la posibilidad de dotar a la escuela de más servicios (baños con recogida de agua de lluvia, energía eléctrica, nuevas aulas, espacios recreativos) y de construir un nuevo bloque de aulas.
Los padres están especialmente orgullosos de enviar a sus hijos a nuestra escuela y han cosido batas para sus hijos con un logo de la escuela (lo han creado ellos) donde se lee claramente "The School of Peace" y Community of Sant'Egidio. Sabemos que existe un fuerte lazo entre paz y educación. En Sudán del Sur (donde en agosto se firmó un nuevo frágil acuerdo entre las distintas facciones) y en toda África son muy necesarias.
Muchos nos han dicho que la escuela ha sido una respuesta en un momento de gran dificultad y sufrimiento, porque ha sido una señal de confianza en toda su comunidad y la confianza genera esperanza en el futuro, algo que era muy necesario. |