Se abren hoy los primeros corredores humanitarios que salvarán la vida de refugiados: niños, mujeres y personas vulnerables
La Comunidad de Sant’Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia y la Mesa valdesa, juntas en un proyecto ecuménico en el Jubileo de la Misericordia que combina acogida y seguridad.
"Este proyecto es como un acuerdo de paz porque evitará que se pierdan muchas vidas humanas". El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, ha comentado con estas palabras la apertura esta mañana de los primeros corredores humanitarios para refugiados que van hacia Italia.
Es la primera vez que eso se logra en Italia. "De este modo –ha explicado– quien tiene derecho a entrar en nuestro país lo podrá hacer sin tener que realizar los llamados viajes de la muerte". Gracias a la firma de un acuerdo entre la Comunidad de Sant’Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas y la Mesa valdesa, por una parte, y el ministerio de Exteriores y el de Interior por la otra, se ha puesto en marcha el proyecto que permitirá, por ahora, que mil refugiados –que actualmente están en Marruecos, Líbano y Etiopía– lleguen a nuestro país con visados emitidos por "motivos humanitarios" a cargo de dichas asociaciones. Así pues, no habrá aportación económica del Estado y –destaca Impagliazzo– habrá una ventaja añadida en cuanto a seguridad: "Será máxima en comparación de los que llegan en barcas porque se realizarán controles escrupulosos y se les tomarán las huellas dactilares".
El proyecto de los "corredores humanitarios" se ha presentado esta mañana en una conferencia de prensa en la sede de la Comunidad de Sant’Egidio. Prevé la entrada en Italia de refugiados en situación de "vulnerabilidad", como mujeres solas con niños, potenciales víctimas de tráfico de personas, ancianos, personas con discapacidades o patologías graves, y personas reconocidas por el ACNUR como refugiados. Se trata de una "buena práctica" que puede representar un modelo replicable en otros países europeos. Así lo creen las tres partes que han firmado el acuerdo. El presidente de Sant'Egidio añade que de ese modo se experimentará la recuperación en la legislación italiana –y en perspectiva, en toda Europa– del patrocinio, una figura que ya existe en otros continentes. Según dicha figura, una parte (llamada "garante") se ofrece para garantizar al extranjero alojamiento y sustento, de manera que se pueda hacer efectiva la reagrupación familiar.
A partir de hoy, pues, se abren oficinas en Marruecos, Líbano y, posteriormente, en Etiopía, para refugiados provenientes de Siria, Etiopía y otros países del África subsahariana. Se procederá a crear las listas con las personas "en situación de vulnerabilidad" para trasladarlas a las autoridades consulares italianas que emitirán visados de "territorialidad limitada" (es decir, solo para Italia).
os gastos del viaje, en avión o por mar, de la acogida y la asistencia legal serán totalmente a cargo de las asociaciones, que sufragarán en gran parte gracias al 8 por mil de la Mesa valdesa y con fondos de la Comunidad de Sant’Egidio provenientes, en parte, de una colecta extraordinaria que se realizará durante la Navidad en todo el mundo. Cuando lleguen a Italia, se ofrecerá a los refugiados un programa de integración que incluye el aprendizaje de la lengua italiana, ayuda para la inserción laboral y escolarización para los menores.
Impagliazzo ha afirmado: "Mil personas, por ahora –y esperamos que sean más en el futuro–, se salvarán finalmente de morir en el mar, y también de la explotación económica de los traficantes de personas.
Es muy significativo que hayamos puesto en marcha este proyecto ecuménico con las comunidades evangélicas italianas y también que su inicio haya coincidido con la inauguración del Jubileo de la misericordia".
El presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia, Luca Maria Negro, ha manifestado su satisfacción por el proyecto, porque "no puede ser que en la actualidad siga sin haber en Italia lugar para una madre que debe dar a luz", como la madre de Jesús en Navidad, y ha destacado que la presencia de los extranjeros en Italia "no es solo cuestión de acogida sino que enriquece nuestro país desde el punto de vista económico y del sistema de pensiones".
El moderador de la Mesa valdesa, Eugenio Bernardini, ha explicado que todo es fruto de la presencia de las Iglesias evangélicas, de Sant'Egidio y de otras asociaciones en Lampedusa, de su "basta" a las muertes en el mar y de la búsqueda, desde hace un año, de soluciones alternativas: "Hoy finalmente se abren los corredores humanitarios". También ha explicado que por ahora disponen de un millón de euros para los gastos del proyecto y que esperan más donativos. Los refugiados serán acogidos en Piemonte, Sicilia, Toscana y Roma, donde la Comunidad de Sant’Egidio utilizará su red de escuelas de lengua y cultura italianas para integrar a las personas que lleguen y sus mediadores culturales. También ayudarán otras asociaciones como "Papa Juan XXIII", que está presente en los campos de refugiados de la frontera entre Siria y el Líbano. Asistió a la conferencia el imán de la Magliana, Sami Salem, que trabaja en la integración de los extranjeros en la periferia de Roma.