El lunes 7 de mayo un grupo de la Comunidad de Sant'Egidio proveniente de Roma y de Parma visitó el Hospital Psiquiátrico Judicial de Reggio Emilia.
El centro donde actualmente está el Hospital Psiquiátrico Judicial ya era lugar de detención a principios del siglo XIX, y luego se convirtió en el tercer manicomio estatal de Italia en número de personas detenidas. Continuó activo hasta los años noventa, cuando se reconvirtió en hospital psiquiátrico.
Es, pues, un lugar donde el sufrimiento es algo habitual desde hace muchos años. Pero en una de las salas del hospital se hizo una fiesta en la que participaron más de sesenta internos que cantaron, bailaron, tocaron instrumentos musicales y se alternaron al micrófono para recitar poesías que quisieron dedicar a los nuevos amigos de la Comunidad.
Cuando terminó la fiesta, tras unas palabras del director, varios de ellos quisieron manifestar su agradecimiento por el momento de amistad que habían vivido. Corrado, que forma parte del grupo de teatro del centro, dijo: “Nos habéis acariciado el corazón”, e invitó a todos los presentes a asistir a las próximas representaciones del grupo. Andrea, por su parte, dijo: “nos habéis traído oxígeno puro”. Hamid, un argelino que dentro de 10 días volverá a su ciudad natal, Annaba, aprovechó la ocasión de la fiesta para saludar a todos sus amigos con un emocionante discurso.
Y la amistad también es ayuda concreta: los próximos días cada uno de los residentes (en total, unos 200) recibirán un kit con jabón y un pijama, regalo de la Comunidad, para aliviar las difíciles condiciones de vida dentro del centro.
El cierre de estos centros –hay 6 en Italia– está previsto para el año que viene, y para entonces cada uno de los internos deberá haber encontrado una solución alternativa adecuada.
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