El balance de los daños causados por el tifón "Helen" en la gran ciudad de Manila es enorme: se calcula que hay 800 mil desplazados, de un total de unos 20 millones de habitantes, 86 muertos y devastación de barrios enteros, sobretodo aquellos más pobres que se extienden en valles y zonas de alto riesgo.
Está creciendo el riesgo de enfermedades por la rotura del sistema de alcantarillado y la falta de agua potable, y también por la humedad a la que están expuestos los habitantes de las barracas.
La Comunidad de Sant'Egidio presente en varios barrios de la ciudad no ha dejado de dar su apoyo: unas 150 familias de la Escuela de la Paz han sido contactadas una a una durante las lluvias. La nueva sede de Mandaluyong sirve de punto de recogida de alimentos, ropa y mantas.
Allí se preparan los primeros paquetes de emergencia, con comida y una pequeña cantidad de agua mineral para los niños pequeños.
Hasta ahora las ayudas se han distribuido en 5 zonas de la ciudad todavía semi-sumergidas, donde el agua en algunos puntos llega hasta las rodillas.
La capilla en el barrio de Cainta donde regularmente se hace la oración de Sant'Egidio ha sufrido varios daños, pero se está utilizando para albergar a los niños y sus familias, que han recibido las ayudas, entre cantos, consuelo y sonrisas.
Sin perder la esperanza, todos han ayudado a limpiar los bancos y las paredes del barro, para dar gracias al Señor y continuar pidiendo su protección.
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