El sábado 26 de octubre oraron juntos los jóvenes y los ancianos de Goma. El lugar era pobre pero las oraciones eran intensas y conmovedoras: Anastasia ruega por el papa Francisco, y también Josephine.
Mientras tanto, Marcellina, que vive en una casa muy pobre y que se ha inundado no hace mucho, reza para que se afiance el "espíritu de Asís". Es pobre, pero sabe que el diálogo es la garantía de la paz.
Al finalizar la oración, los amigos de la Comunidad de Sant'Egidio le regalan una hermosa lona de plástico para cubrir su pequeña casa los días de lluvia.
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