| 11 Octubre 2014 |
Realizan encuentro de oración interreligiosa por la paz |
La comunidad de San Egidio adhirió a su reunión en Bélgica por la paz en un encuentro local. Participaron personas de las religiones cristiana, judía e islámica. Hubo un minuto de silencio por las víctimas de las guerras y se leyó un mensaje del Papa. |
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En adhesión al Encuentro Internacional de Oración por la Paz que la Comunidad de San Egidio promovió en Amberes (Bélgica) en septiembre, con el lema “La Paz es el futuro, y a 100 años de la Primera Guerra Mundial”, la comunidad local de esa organización realizó el 5 de octubre un Encuentro de Oración Interreligiosa por la Paz.
Con la participación de más de un centenar de personas, se destacaron los representantes de diferentes iglesias cristianas, exponentes de la comunidad judía y de aquella islámica. Significativamente la ceremonia se ha realizado en el histórico Monasterio de Santa Catalina de Siena, tradicional pulmón espiritual de la ciudad de Buenos Aires que, en tiempos de crisis, ha sido la sede del Diálogo Argentino.
El encuentro, según el Espíritu de Asís, tuvo un primer momento de oración de cada uno de los grupos religiosos en diferentes lugares y según su propia identidad. Así los cristianos rezaron en la iglesia del Monasterio donde se ha escuchado una meditación sobre el profeta Isaías de parte del Pastor David Calvo de la Iglesia Evangélica Luterana Unida y otra del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Ernesto Giobando.
Durante la oración también se escucharon invocaciones de oración por parte del doctor Marcelo Figueroa, de la Iglesia Presbiteriana de San Andrés, del padre Juan Stagyris, de la Iglesia Ortodoxa Griega del Patriarcado de Constantinopla y del pastor Hugo Urcola, de la Iglesia Evangélica Metodista. Mientras tanto judíos y musulmanes rezaban siguiendo su propia tradición religiosa en otras dos salas.
A continuación se desarrolló en el claustro del monasterio la segunda parte del encuentro, donde todos escucharon el mensaje del papa Francisco a los participantes del Encuentro en Amberes, en el que entre otras cosas expresa: “La guerra arrastra a los pueblos a una espiral de violencia que luego se demuestra difícil de controlar; demuele lo que generaciones han trabajado para construir y prepara el camino a injusticias y conflictos aun peores”.
También retumbaron los testimonios de los dolores y de los dramas de las guerras, como el del padre Anaclet Mgubuye quien habló en modo desgarrador sobre su vivencia durante el genocidio ruandés de los años noventa y las secuelas de división que ha provocado esa terrible masacre. Luego, la sobreviviente de la Shoa, Myriam Kessler recordó el holocausto nazi y bregó para que los jóvenes puedan hoy construir un mundo sin racismos ni discriminaciones. Por su parte el rabino Abraham Skorka, que participó al encuentro de Amberes, comentó la importancia de que San Egidio “haga conocer al mundo los grandes dramas del orbe, para que todos los líderes religiosos tomen conciencia y hagan iniciativas concreta a favor de la paz y detener las terribles matanzas que se están perpetrando en Siria, Irak y la Tierra Santa”.
Significativo fue el testimonio del profesor Ricardo Elia del Centro Islámico de la República Argentina, que recordó el mensaje de paz que el Islam siempre ha portado a lo largo de la historia, protegiendo a cristianos y judíos y tomó distancia de aquellos grupos que hoy se profesan islámicos, matando y destruyendo cristianos, otras minorías y también a otros musulmanes.
Finalmente se hizo un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de la guerra y del terrorismo. Luego, la lectura del llamamiento por la paz de Amberes 2014, se leyó por un grupo de “jóvenes por la paz” de la Comunidad de San Egidio, con el compromiso de difundirlo entre las nuevas generaciones. Este mismo llamamiento fue rubricado por los diferentes representantes religiosos presentes, como el rabino Sergio Bergman, los rabinos Karo y Movileski. El Sheij Muhammed Zanaty, el vicepresidente de la Acción Catoliza Argentina, Rafael Corso. El abrazo de paz entre los presentes, mientras ardían las velas en recuerdo de los países en guerra, concluyó una jornada conmovedora donde todos se han comprometido a ser difusores del espíritu de paz y de convivencia renovada.
Este encuentro se inscribe en el pedido del papa Francisco a la Comunidad de San Egidio durante su visita del 15 de junio, en el que destacó la importancia de rezar por la paz y por los pobres y sostener el diálogo con todos.
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