Debemos estar preparados para las grandes pruebas que se nos avecinan, que tal vez requerirán el sacrificio de nuestra vida…", dijo el Papa Juan Pablo II durante un discurso que pronunció en Fulda, Alemania, en noviembre de 1980. Si se tiene en cuenta que meses después, el 13 de mayo de 1981, sufrió un atentado que casi le cuesta la vida, puede concluirse que aquellas palabras constituyeron una premonición. Aquella clarividencia, todo un hallazgo para mí, es consignada –entre otros datos reveladores- en el libro "Juan Pablo II. La biografía", de Andrea Riccardi, catedrático de Historia Contemporánea y fundador de la Comunidad San Egidio, (1968) que se dedica fundamentalmente a tareas solidarias con los pobres, el servicio por la paz y el trabajo por el diálogo ecuménico e interreligioso en todo el mundo, donde tienen miles de miembros. Editado por San Pablo, el libro - que ya salió a la venta en Italia y en breve se ofrecerá en las librerías argentinas- se cuenta entre las evocaciones al "papa polaco" ante su inminente beatificación, el 1 de mayo. Es verdad que biografías sobre Juan Pablo II se han escrito muchas y muy buenas. Baste citar la famosa y extensa de George Weigel (primero con "Testigo de la Esperanza" y luego con "El principio y el fin"), a quien Riccardi cita frecuentemente en su libro. Sin embargo, la obra de Andrea Riccardi es muy valiosa e invita a una lectura pausada enfocada desde otra perspectiva. Es que Riccardi, por su formación académica y su propio carisma al frente de la Comunidad San Egidio, que lo obliga a viajar por el mundo y entrar en contacto con distintas realidades, le da una visión histórica notable, trazando un paralelismo entre la vida de Juan Pablo II y la evolución del mundo post-moderno. Por eso, al final de su libro habla de que el difunto Papa, "fue un protagonista entre la Guerra fría y la globalización".
Así, Riccardi nos va llevando de la mano, desde el nacimiento de Karol Wojtyla en una Polonia eternamente sufriente, recién independizada después de la Primera Guerra Mundial, hasta su muerte luego de un honroso período de declinación física y de catequesis del dolor, en una Italia sumergida en la crisis de valores de Occidente. Andrea se detiene en cada hito de la vida del Papa eslavo y lo relaciona con los momentos que se viven en el mundo. A veces lo hace como marcando puntos en el tiempo. En otros (como es el caso de su relación con el comunismo y la caída del muro de Berlín), con mucha precisión, detenimiento y habilidad, no sólo a través del relato histórico conocido, sino reforzándolo con comentarios obtenidos de distintos interlocutores contemporáneos al Santo Padre.
Algo que llama la atención, es la importancia que le da Riccardi, dentro del acontecer que llama "wojtiliano", a la poesía de Juan Pablo II y la relación que traza el extinto Papa con los momentos que estaba viviendo, como si en los poemas se diera a conocer lo más profundo que anidaba en su interior.
Es imposible en un pequeño artículo intentar describir con precisión la importancia de esta obra de 560 páginas, pero sí es obligatorio destacar que quien desee conocer y profundizar la historia del futuro beato Juan Pablo II y las repercusiones de su acción pastoral y carismática en el mundo de finales del siglo XX, no saldrá defraudado con su lectura sino, por el contrario, se verá enriquecido por una clara y analítica tarea de investigación con serio rigor histórico. Otra perla se lee hacia el final del libro, cuando cuenta cómo, en su agonía, el Santo Padre le dice a sor Tobiana, su asistente desde los tiempos de Cracovia: "Déjenme ir al Señor".