Buenos Aires (AICA): El fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, visitó la Villa 21 del barrio porteño de Barracas para compartir una jornada con los niños y los ancianos que asisten a la Escuela de Paz, la obra que la institución eclesial tiene en esta zona carenciada de la capital federal. Riccardi dialogó con los vecinos de la comunidad y se interiorizó en las situaciones de violencia que muchas veces azotan a los vecinos. También visitó la residencia de ancianos dependiente de la institución.
Riccardi dialogó con los vecinos de la comunidad y se interiorizó en las situaciones de violencia que muchas veces azotan a los vecinos. Entre los presentes, había madres que perdieron a sus hijos como consecuencia de la lucha entre bandas.
La visita de Andrea Riccardi, junto con una delegación de la comunidad de Roma, fue una ocasión para hacer fiesta y para hablar del valor de la Escuela de la Paz, que representa una esperanza para el futuro de los más jóvenes. Blanca, una de las anfitrionas en la villa, expresó: "Tengo ocho hijos, todos han ido a la Escuela de la Paz; allí los han querido a todos y todos aprendieron algo".
Al día siguiente, Riccardi visitó la residencia de ancianos dependiente de la institución. En ocasión de esta visita, muchos recordaron sus historias de emigración y de trabajo duro, y manifestaron su gran afecto por la comunidad. La delegación italiana, por su parte, observó con atención la necesidad de escucha y contención que requieren los abuelos.
El movimiento.
La comunidad de San Egidio que nació en un grupo de jóvenes estudiantes de una parroquia en el barrio de Trastevere, en Roma, en 1968, y se ha extendido por numerosos países, volcándose a la labor apostólica entre los pobres de las grandes ciudades, el diálogo interreligioso en el mundo, y la solución de conflictos políticos internos e internacionales.
La Comunidad está presente en el país desde 1987, cuando una delegación venida de Italia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud entró en contacto con fieles de la parroquia universitaria San Lucas, del barrio de Recoleta. Desde entonces, extendió su apostolado a otras zonas de la provincia de Buenos Aires.