Después del genocidio ruandés de 1994, dándose cuenta de la importancia de restablecer la unidad entre Hutus y Tutsis, acogió, en Burundi, como una madre un grupo de niños huérfanos sin hacer distinción étnica.
Actualmente, su ejemplo ha llevado a la creación de muchas otras “Casas de Paz” en todo el país.
Septiembre 2009 |