Hace un año, en la noche entre el 2 y el 3 de Agosto en Kisleta, (Hungría), fue asesinada a golpes de fusil, en su casa, una mujer rom, Mária Balog, y su hija de trece años fue gravemente herida.
El crimen fue el último episodio de una serie de asesinatos contra varios ciudadanos húngaros de etnia rom, entre ellos un niño de cuatro años.
Sesenta y cinco años antes, en 1944, la misma noche, fueron asesinados, en Auschwitz-Birkenau, cerca de treinat mil rom y sinti.
El domingo 1 de Agosto de 2010, la Comunidad de Sant'Egidio, en la Iglesia de San Francesco d'Assisi a Bakáts tér, Budapest, ha convocado una vigilia de oración ecuménica para recordar el primer aniversario del homicidio de Kisléta y la jornada de memoria histórica del pharrajimos, nombre en hungaro del holocausto de los rom.
Durante la oración han tomado la palabra Péter Szőke, representante de la Comunidad de Sant'Egidio; Zoltán Balog, pastor reformado, subsecretario de Estado por la inclusión social; Imre Szebik, obispo emérito luterano; Mons. János Székely, obispo católico auxiliar de Budapest, responsable de la pastoral de los rom de la Conferencia episcopal húngara.
Todos han hecho hincapié con sus palabras, en la importancia de la oración para construir un futuro común en el que brille la belleza y el sentido común en la convivencia entre los húngaros, gitanos y no gitanos.
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