Noticias de BRAVO – Han nacido en la cárcel pero formalmente “no existen”, los hijos de las detenidas de la cárcel de Bujumbura, en Burundi. Con la inscripción en el registro civil la Comunidad de Sant’Egidio les devuelve los derechos de todo niño.
15 de febrero de 2010
Son niños realmente “invisibles”.
Son hijos de detenidas, algunos de ellos nacieron en la cárcel y allí crecen. Nunca han visto una casa de verdad ni tampoco han podido ver nunca a su mamá con un vestido que no sea la bata verde de las cárceles. Pero sobre todo, estos niños, aunque vivan cerrados en un centro del Estado, formalmente no existen, porque nunca han sido inscritos en el registro civil.
La Comunidad de Sant’Egidio de Bujumbura visita desde hace ya tiempo la cárcel central de Mpimba, donde hay una sección femenina en la que viven algunos niños.
Y así, en la proximidad de un servicio a los presos plasmado en ayudas materiales, pero también en apoyo personal, de amistad, surgió el problema dramático de estos niños, condenados a una extraña “no existencia”, cerrados en el mundo externo, privados de toda dignidad, incluso la de un documento que dé fe de su nacimiento.
Por eso la Comunidad de Sant’Egidio de Bujumbura ha empezado los trámites para inscribir en el registro civil a estos pequeños y, en algunos casos, también a sus madres. El 12 de febrero un primer grupo de 9 niños con sus mamás salieron de la cárcel “escoltados” por los amigos de la Comunidad para ir a inscribirse en el registro civil situado en el Ayuntamiento de Musaba.
Las madres a menudo tampoco tienen ningún documento de identidad y por eso dos personas de la Comunidad se han encargado de garantizar la identidad de los niños.
La inscripción se prolongó durante la semana, permitiendo así inscribir a 21 niños. Se trata del primer paso para permitirles vivir una vida más humana, de modo que se les permita gozar de los derechos de cada niño, fuera de la institución carcelaria, para obtener el acceso a la educación y a los tratamientos adecuados.