“La causa europea es algo demasiado serio para dejarla en manos de unos pocos”, le ha dicho Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, a la cancillera alemana Angela Merkel, que con Alemania asume cada vez mayores responsabilidades en la crisis económica y que hoy ha hablado ante los representantes religiosos y políticos reunidos por Sant'Egidio en Múnich. Riccardi ha explicado que “el mundo necesita a una Europa fuerte y unida. Conocemos nuestros límites, los de nuestras clases intelectuales y dirigentes", pero Europa debe "volver a hacer historia. No podrá dejar vacío su lugar. No podrá reducir su cátedra a un puñado de taburetes para sus pequeños países. Una Europa unida es decisiva para la civilización del convivir a escala mundial”. Hay que hacer crecer “una pasión y un ethos compartidos para esta causa”, “de lo contrario, continuaremos siendo presa de la crónica de sucesos en los debates de nuestros países, que se vociferan con grandes alaridos y se olvidan con rapidez. No es historia sino crónica de sucesos. De ese modo se consume”. Después de los diez años difíciles que empezaron el 11 de septiembre, “¡hace falta un cambio! Hace ya años que estamos convencidos de que es necesario plantearse aún más el problema de la paz, tanto en la política internacional como en la vida social. Paz como ethos de pueblo”. |