Alemania mira con simpatía a la primavera árabe: “Nos hemos puesto a trabajar para crear puestos de trabajo para 5.000 jóvenes de los países árabes. Que cada cual dé según sus posibilidades”. Angela Merkel, que nació en la zona oriental de Alemania, dividida en el pasado, y que hoy es Cancillera de la República Federal de Alemania en una Europa unida, dirigiéndose a la platea de líderes religiosos y políticos reunidos por la Comunidad de Sant'Egidio en Múnich, presenta con este ejemplo la misión que Europa puede y debe recuperar en la historia. “La causa europea es algo demasiado serio para dejarlo en manos de unos pocos –le había dicho Andrea Riccardi, fundador de Sant’Egidio–. De lo contrario, continuaremos siendo presa de la crónica de sucesos en los debates de nuestros países, que se vociferan con grandes alaridos y se olvidan con rapidez. De ese modo se consume”. La casa común europea, explicó Merkel, “no nació en una noche, y por eso es sólida y se presenta como una comunidad. Ha conocido siglos de guerras y la noche de la civilización con la Shoah”. Ahora debe volver a vivir con una visión amplia: “Solo podremos hacer una economía fuerte si es sostenible", entre otros motivos porque "no debemos vivir a costa de las generaciones futuras. Tenemos que vivir con nuestros recursos naturales y conservarlos para el futuro. No quitemos el futuro a los demás”. A pesar de las dificultades, en Europa “tenemos profundas convicciones comunes que nos mantienen unidos y las Iglesias han hecho una gran aportación en ese sentido. La secularización y la separación entre Iglesia y Estado no elimina el hecho de que sin la fe en Dios olvidaremos el sentido de nuestra vida”. “En Alemania –subrayó Merkel– nos alegra recibir la visita de Benedicto XVI”.
Sobre las tensiones que atraviesan Oriente Medio y el norte de África, Angela Merkel subrayó su preocupación por las relaciones entre Israel y Egipto: “Egipto –dijo– debe preocuparse de que no se repita lo que pasó en la embajada”. Más en general, sobre la situación en Tierra Santa, Merkel reafirmó la necesidad de que existan dos Estados: Israel y el Estado palestino.
Hay problemas dramáticos por resolver, pero también se han hecho grandes progresos y se han superado bloqueos imposibles. “Se trata de continuar reflexionando de manera responsable. Los encuentros por la paz de Sant’Egidio son una grandísima aportación en esos temas. Ha vivido cerca de los pobres y ha curado sus heridas. Nos ha enseñado que la guerra es la madre de todas las pobrezas. Me permito añadir que la paz es la madre de todo desarrollo. Queremos comprometernos firmemente a proteger la paz". |