El 3 de febrero se celebró un desayuno interreligioso en la Casa de Sant'Egidio de Amberes, Bélgica.
Participaron el obispo Johan Bonny, el teniente de alcalde Philip Heylen, así como exponentes y representantes de las comunidades judía, islámica, ortodoxas y protestantes de la ciudad.
La conversación estuvo centrada en la necesidad de reforzar la cohesión de la sociedad en un momento difícil, después de los acontecimientos de París y de Verviers, en los que terroristas y radicales quieren exasperar la polarización existente.
Se insistió en la necesidad de ofrecer a las jóvenes generaciones ideales grandes y hermosos por los que gastar la vida.
Humanistas religiosos y laicos están creando, por iniciativa de la Comunidad de Sant’Egidio, una iniciativa colectiva en Bruselas, para destacar la necesidad y la belleza de convivir en libertad y respetando las convicciones del otro.
La iniciativa se ha producido en esta primera semana de febrero en la que las Naciones Unidas promueven la "World Interfaith Harmony Week" para incentivar el diálogo interreligioso. |