2014 ha sido un año duro en el valle alto de Bekaa, en el Líbano. A causa de los enfrentamientos entre las tropas de Hezbolá y los rebeldes sirios, apenas pasar la frontera, alrededor de la pequeña ciudad libanesa de Al Fakiha se han producido choques armados, secuestros y algunas zonas han sido objetivo de morteros.
Han llegado miles de refugiados, familias con muchos niños, muchos de ellos muy pequeños, que huyen de la zona de Yabrud, una pequeña ciudad siria cercana a la frontera, escenario de luchas durante semanas.
Ser niño en una zona de guerra expone a peligros continuos y hace que todo sea difícil: hasta la Escuela de la Paz, que lleva abierta tres años, ha sufrido esta situación. Durante la primera parte del año las clases no se han podido llevar a cabo de manera regular, porque a veces era demasiado peligroso incluso ir a buscar a los niños a los campos de refugiados con furgonetas, o bien las carreteras estaban cortadas.
Para recuperar el tiempo perdido, las clases continuaron hasta julio, bien entrado el verano. Durante los meses de verano continuaron los desórdenes tanto en Al Fakiha como en Ras Baalbek. Los refugiados abandonaron los campos, uno de los cuales fue incendiado. Los que no lograron huir se refugiaron en la ciudad, donde ahora las familias refugiadas viven acampadas en tiendas o en viviendas improvisadas, pero se sienten más protegidas.
Con el nuevo año escolar, para hacer frente a la nueva situación, la Escuela de la Paz de Al Fakiha ha sido reformada, para acoger a un número mayor de niños. Se han alquilado otras salas, y hoy ya hay 7 aulas. Los niños inscritos son 557 y las clases se hacen en dos turnos, por la mañana y por la tarde.
También han aumentado los profesores: entre los nuevos refugiados había también algunos maestros y profesores sirios, a los que la directora implicó, aumentando a 11 el número de profesores.
Esta escuela, abierta hace tres años gracias a una coleta de toda la Comunidad de Sant'Egidio en todo el mundo, aunque está en el Líbano sigue el programa escolar sirio para que no se pierda la esperanza de volver a Siria y los niños puedan volver a sus casas.
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