Hoy termina la visita de Marco Impagliazzo a Nigeria, con un encuentro en la capital federal Abuja con las comunidades de la capital y de los estados de Nassarawa, Níger y Enugu. A continuación Marco visita el Centro Dream de las hermanas vicencianas de San Vicente de Paúl de Kubwa (mira las fotos), donde son atendidos los enfermos de sida, y se reúne con el cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuja.
El centro de la visita de tres días ha sido la vocación a una convivencia pacífica de un Estado grande, multiétnico y multirreligioso como Nigeria, y el llamamiento de las Comunidades a vivir las tres P de las que habló el papa Francisco durante su visita a Sant'Egidio el 15 de junio del año pasado: Plegaria - Pobres - Paz.
El viernes Impagliazzo fue a
Jos, capital mártir del Estado de Plateau, escenario de frecuentes y sangrientos enfrentamientos interétnicos, políticos y religiosos durante la última década. Allí se reunió con las comunidades de Plateau y de Kaduna. Fueron emocionantes los testimonios de los representantes de las comunidades, que hablaban de derramamiento de sangre, de cultura del odio, pero también de las respuestas concretas que da la Comunidad para vivir respetando la fe de los demás.
Es significativa a ese respecto la respuesta que ofrecen las Escuelas de las Paz de la Comunidad de Sant'Egidio, auténticos lugares de educación a la convivencia y al respeto en un país en el que, en el noreste, la violenta secta Boko Haram (que literalmente significa "la educación occidental está prohibida") va contra la idea de educación, con frecuentes ataques a las escuelas.
Durante
un encuentro cordial con mons. Ignazio Kaigama, arzobispo de Jos y presidente de la Conferencia episcopal de Nigeria, hablaron sobre varios escenarios para salir de la crisis. También recordaron a monseñor James Daman, obispo de Shandam, en Plateau, amigo de la Comunidad y que falleció repentinamente hace dos semanas.
El sábado, Impagliazzo visitó Lagos, la gran megalópolis de más de veinte millones de habitantes, construida sobre lagunas o lagos (el nombre "Lagos" lo pusieron los colonizadores portugueses). En los encuentros oficiales, por ejemplo con el Oba (rey tradicional, de gran influencia en la cultura nigeriana) y con el arzobispo Afewale Martins, hablaron de cómo se puede construir una civilización de la convivencia en las grandes megalópolis del siglo XXI.
En el barrio de Makoko, una inmensa bidonville construida sobre el agua, Marco Impagliazo se reunió con los niños de la calle de los que se ocupa la Comunidad, y con los ancianos, para los que la Comunidad construye una red de amistad y de solidaridad.
En el encuentro posterior con las comunidades de Lagos y de Ibadan, Marco Impagliazzo añadió otra P a la vocación de la comunidad de Lagos, construida sobre islas y penínsulas, la de ser un "Puente" entre mundos muy distintos.