La vigilia de las próximas elecciones de Burundi, por iniciativa de la Comunidad de Sant’Egidio y de la arquidiócesis de Bujumbura, hombres y mujeres de distintas religiones del país han sido invitadas, en el espíritu de Asís, a rezar por la paz.
En estos días se han agudizado las tensiones en el país que se prepara para organizar las elecciones políticas y presidenciales a partir del próximo mes de mayo. La Comunidad de Sant’Egidio ha desempeñado un papel fundamental para alcanzar la paz tras años de una larga y sangrienta guerra civil favoreciendo el diálogo entre los varios partidos políticos del país. Por eso varios líderes religiosos, políticos y de la sociedad civil, han aceptado la invitación de rezar juntos para invocar el don precioso de la paz.
Dos testimonios han dado voz al pueblo burundés: Judith, de 73 años, recordó que el camino de la paz es el amor, que vence a todos sin matar a nadie, y pidió que no se olvidara a los ancianos que han soportado el peso amargo de las guerras y pueden comunicar a las nuevas generaciones el valor de la paz. Bruce, un niño de 11 años de la Escuela de la Paz manifestó el deseo de todos los niños de vivir en paz, y que la guerra vuelve tristes a todos, incluso a los vencedores, porque siempre tienen miedo de los demás.
Fue especialmente significativa la presencia de monseñor Matteo Zuppi, de la Comunidad de Sant’Egidio, que acompañó las negociacionesd e paz para Burundi en Roma y en Arusha, dirigiéndose a los burundeses dijo: "Hoy estamos orgullosos de celebrar este día de oración en el Espíritu de Asís del santo Juan Pablo II, que hace justo 25 años visitaba este país. Burundi, y vosotros los burundeses habéis tomado durante muchos años los frutos amargos de la guerra y de la división, pero también habéis sabido mostrar la valentía de la paz. En estos días Burundi debe continuar siendo un ejemplo para todos de que la paz es posible, y de que solo el instrumento del diálogo puede hacer que crezca".
En la misma línea, monseñor Evariste Ngoyangoye recordó, comentando el saludo de paz que Jesús resucitado da a sus discípulos, que la paz es una herencia preciosa que cada burundés está llamado a custodiar y a cuidar porque es un tesoro que se ha ganado gracias al precio de la sangre de muchas víctimas inocentes.
El primer vicepresidente de la República a su vez quiso lanzar un llamamiento al país para que haya un compromiso común para salvaguardar la paz, la unidad y la cohesión social, a la que todos los burundeses aspiran en este periodo preelectoral.
El llamamiento para la paz recordó las palabras del papa Francisco, que dijo que "victoria y derrota no so palabras acertadas y que la única palabra acertada es paz". Este llamamiento quiere abrir una nueva perspectiva de paz y confianza en un clima de conflicto, y fue firmado por los líderes religiosos presentes y luego fue entregado a los responsables políticos, diplomáticos y de la sociedad civil presentes.
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