ROMA – La Comunidad de Sant’Egidio manifiesta su profundo pesar a todas las familias afectadas por la colosal tragedia que se ha producido en el canal de Sicilia que, según las primeras noticias, es la más grave que se ha producido jamás, y pide con insistencia una intervención inmediata: si Europa no está a la altura de poner fin a las inaceptables muertes en el mar la ONU debe entrar en acción utilizando todos los medios posibles, incluida la convocatoria urgente de una reunión del consejo de seguridad. Nos encontramos ante un número de víctimas similar al de una guerra.
Sant'Egidio se une a la conmovida oración que el papa Francisco ha hecho hoy en el Ángelus por personas que "buscaban felicidad" pero han terminado encontrando la muerte, y se suma a su petición de una movilización de la comunidad internacional. La operación Tritón está demostrando su ineficacia. Italia, que a pesar de las numerosas dificultades en los últimos años ha salvado miles de vidas humanas con Mare Nostrum, no puede hacer frente sola a este fenómeno.
Si la Unión Europea no es capaz de hacer frente a un fenómeno que afecta a sus fronteras meridionales, es necesario que lo hagan las Naciones Unidas. De lo contrario, recaerá sobre la conciencia de toda la humanidad la grave culpa de no haber salvado a quien podía y debía ser salvado: familias que huyen de la guerra, tal como demuestran los últimos desembarcos que se han producido en los puertos italianos, formados en gran parte por eritreos y sirios que piden refugio.
Es necesario que cada uno haga su parte y que se actúe en tres direcciones:
1) Poner fin de inmediato a las muertes en el mar utilizando barcos militares que permitan detectar las barcazas y auxiliar a los emigrantes incluso en condiciones de mar gruesa.
2) Crear un sistema europeo que permita el ingreso regular y controlado, por motivos humanitarios, con un coste claramente inferior para los refugiados (que llegan a gastar miles de euros) y, sobre todo, que permita realizar el viaje sin arriesgar la vida.
3) Intensificar los esfuerzos diplomáticos y de mediación para detener las guerras que, en gran parte, son el origen del fenómeno migratorio. |