Gracias a las primeras ayudas recibidas a través de la campaña de la Comunidad de Sant’Egidio “Emergencia Burundi” estos días se han podido repartir alimentos y otras ayudas entre los pobres de Bujumbura.
Los ancianos de la residencia Saint Elizabeth recibieron primero pan y azúcar y posteriormente verduras y carne. La residencia, dirigida por una congregación local, no recibe ninguna ayuda pública y en las últimas semanas ha abierto sus puertas para acoger a más personas, hasta un total de 72. Muchos ancianos huyen de los barrios menos seguros de la ciudad y buscan ayuda allí donde piensan que la pueden encontrar. Muchos llegan con marcas de irritación y con problemas de respiración a causa de la exposición a los gases lacrimógenos utilizados para reprimir manifestaciones.
En el barrio de Gikundu, en la capital, donde la Comunidad lleva ya muchos años haciendo Escuela de la Paz, se han repartido víveres a los niños que viven en familia. Cada uno ha recibido judías y arroz. Para los niños que viven en la calle, que no pueden cocinar, se han repartido bocadillos y fruta.
El mismo tipo de reparto se ha hecho en Kinama, en Kamenge y en Musaga, otros barrios de Bujumbura donde la Comunidad hace un servicio a los ancianos y la Escuela de la Paz. Un total de 168 ancianos y niños han recibido ayuda alimentaria.
Todos los niños de las escuelas de la paz han vuelto a recibir bocadillos y fruta durante una fiesta organizada para ellos en un parque de la ciudad. Son 116, los niños que han podido comer y hacer fiesta con la Comunidad en esta ocasión.
Queremos continuar repartiendo leche caliente y alimentos nutritivos también en otras ciudades de Burundi. ¡Contamos con la solidaridad de todos!
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