ROMA - "Los musulmanes que residen en Italia son ciudadanos que desean contribuir, junto a todos, en la construcción de un futuro mejor para ellos y para sus hijos". En la plaza de los Santos Apóstoles, durante la manifestación "Not in my name", organizada por las organizaciones islámicas de la ciudad, intervino también el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, invitando a todos a disociar con fuerza las religiones del terrorismo: "Ninguna guerra es santa, solo la paz es santa". Y también de cualquier otra forma de violencia: "Se lo debemos a nuestros hijos, porque queremos educarlos a todos, cristianos y musulmanes, a la paz, a un futuro de comprensión recíproca y de crecimiento. Vivir juntos no es un peligro, como algunos quieren hacer creer, sino una gran ocasión que no hay que malgastar para dar esperanza a las nuevas generaciones".
"Ser auténticamente cristianos o musulmanes –añadió Impagliazzo– significa trabajar por la paz", a partir de las periferias: "El enrolamiento a través de la web o en las cárceles indica la gran confusión, el aislamiento que hay en las periferias de nuestras ciudades y en las mentes de muchos jóvenes. Hay que dar respuestas convincentes, en la cercanía, en la integración, en la educación, también en la educación religiosa, a los nuevos ciudadanos o a los ciudadanos de mañana. Cada comunidad religiosa debe sentirse en primera línea de esta tarea, empezando por los lugares donde se reza y se predica, donde se transmite la fe, donde es posible sentirse pueblo nuevamente. Se trata de una gran obra de prevención ante la violencia". |