Tres familias sirias; doce personas; la mitad, niños: se fueron de Siria cuando la guerra entró en su casa. Un viaje largo y peligros los llevó a Turquía y luego a Grecia. Hace dos días, el 16 de abril, su vida cambió. Son los doce refugiados sirios que el papa Francisco quiso traer consigo a Roma al volver de Lesbos. Los invitados por el Papa han sido alojados por la Comunidad de Sant'Egidio, que se siente honrada de poder ofrecer su colaboración en lo que Andrea Riccardi ha definido como un gesto de "humanidad y concreción" del Papa.
Ha empezado una nueva vida para Hasan y Nour, Ramy y Suhila, Osama y Wafa, y sus hijos. Tienen muchas ganas de ver Roma pero también de comunicarse: el primer día ya empezaron a ir a clases de italiano a la escuela de italiano de la Comunidad, donde fueron recibidos por estudiantes de varios continentes.
A continuación, un resumen de fotos, vídeos y artículos sobre su historia.
