La Comunidad de Sant’Egidio desaprueba la reciente resolución de la Comisión de la Unesco “Programme and External Relations” sobre la “defensa del patrimonio cultural de Palestina y el carácter distintivo de Jerusalén Este”. La decisión de utilizar únicamente la denominación “Noble santuario”, que en árabe indica la mezquita de Al-Aqsa, e ignorar el término hebreo “Monte del Templo”, contradice la vocación del organismo internacional encargado de defender el patrimonio cultural del mundo, denotando así finalidades políticas.
El texto adoptado por la Comisión de la Unesco, a pesar de la perplejidad que ha causado en su Directora General, Irina Bokova, niega el vínculo milenario del pueblo de Israel con los lugares donde se erigía el Templo. De este modo, además de herir la sensibilidad religiosa de millones de judíos, se ignoran elementos históricos y arqueológicos irrefutables, que no ponen en tela de juicio la santidad de la misma zona para los creyentes de las otras religiones. Que Jerusalén, cuyo nombre significa “ciudad de la paz”, no se vuelva a instrumentalizar con finalidades políticas, sino que sea un lugar de encuentro y convivencia en una renovada búsqueda de la paz que pase por el necesario diálogo entre cristianos, judíos y musulmanes.
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