En el centenario del nacimiento del beato Óscar Arnulfo Romero, la Comunidad de Sant’Egidio de San José (Costa Rica), ha querido celebrar el recuerdo con una liturgia en la iglesia de San Vicente Ferrer presidida por el arzobispo José Rafael Quirós, que en su homilía ha destacado la importancia del testimonio del beato Romero, un hombre del Evangelio que amaba a su pueblo: su predicación de paz y de cercanía a los más débiles siguen siendo actuales para la Iglesia y para la sociedad costarricense, en un momento de grandes cambios en el país debido a un aumento de la violencia y de la llegada de inmigrantes que huyen de otros países vecinos a causa de la pobreza.
Tras la liturgia hicieron una cena con los pobres y muchos amigos que acompañan la vida de la Comunidad, como las familias de los niños de la Escuela de la Paz, abierta por Sant'Egidio para crear un ambiente cada vez más humano y un futuro de paz para las generaciones más jóvenes de Costa Rica.
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