 La situación es realmente dramática en los campos de refugiados rohinyás de la pequeña localidad de Cox's Bazar, en Bangladés. Así lo explica Alberto Quattrucci, de la Comunidad de Sant'Egidio, en una entrevista que le hicieron ayer en Radio Vaticana. «Faltan alimentos, en este momento falta incluso ropa, porque con la llegada de las lluvias todo se convierte en barro, por la noche la temperatura desciende, no hay medicamentos y hay infecciones porque no hay agua. 250 mil, quizás 300 mil niños, en familias numerosísimas, muy pequeños, totalmente desnudos, mueren porque beben agua del mar»
En Cox’s Bazar, la pequeña localidad de Bangladés situada en la frontera con Birmania que tiene los mayores campos de refugiados improvisados de rohinyás está llegando el invierno. Y los 500 mil de Kutupalong, el asentamiento que está lleno tras el éxodo que empezó el 26 de agosto, ya tiemblan de frío.
Por eso es necesario realmente enviar ayuda de todo tipo. Ayudemos a este pueblo haciendo un donativo.
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