Ante las autoridades y numerosos amigos, el 15 de noviembre, Luigia, Enrica y Piero cortaron la cinta que inauguraba oficialmente la casa en la que hace poco fueron a vivir, la casa Viva los ancianos de la Comunidad de SantEgidio, en via Mario Biando 20 de Milán.
Se trata de un hermoso apartamento situado en un edificio de los años 20 de la zona de Lambrate confiscado a la mafia y que el Ayuntamiento de Milán ha cedido a la Comunidad de SantEgidio; hubo que hacer algunas obras de restructuración y adecuación, que financiaron Fondazioni Cariplo, Banca del Monte di Lombardiay Dieci Trust Onlus, y ahora la casa ya está lista para albergar a cuatro ancianos.
La casa familia nace como alternativa al ingreso en una residencia, y quiere ser un modelo en una ciudad en la que la soledad de los ancianos parece la norma: vivir juntos para compartir dificultades diarias, compras y amistad puede ser la clave para cambiar la vejez de muchos.
La casa Viva los ancianos quiere ser también un espacio abierto al barrio y un laboratorio de solidaridad: algunos espacios están organizados para acoger un centro de voluntariado, en una zona de Milán donde la Comunidad ya está presente con el servicio a los niños y a las familias gitanas.
Participó en la fiesta de inauguración monseñor Eros Monti, vicario episcopal de vida social.
Estaban presentes también el concejal de políticas sociales Pierfrancesco Majorino, la vicepresidenta de Fondazione Cariplo Mirella Enoch, el consejero de la Fondazione Banca del Monte di Lombardia Mario Bianchi, y Silvia Marangoni, coordinadora internacional de los servicios a los ancianos de la Comunidad de Sant'Egidio.
|