El sábado 10 de noviembre, en Conakry, en la sede de la Asamblea Nacional, tuvo lugar una jornada de Diálogo y Oración por la Paz.
El evento contó con la participación de varios centenares de personas y la adhesión de los representantes de las diferentes religiones, de las autoridades gubernamentales, de la clase política, de los diplomáticos y de las asociaciones religiosas y laicas del país. La jornada fue seguida por los medios de comunicación que la retransmitieron en las principales radios y televisiones de la ciudad mientras la audiencia la seguía con mucha atención.
La historia de la paz en Mozambique de la que recientemente se han celebrado los 20 años, conmovió a los presentes.
Muchos insistieron en la necesidad de un diálogo respectuoso y efectivo entre todos los que forman parte de la sociedad guineana, para superar las divisiones culturales y étnicas que surgen, sobretodo en la vida cuotidiana. El representante del Gobernador recordó como en las iglesias y en las mezquitas los fieles muestran la superación de las divisiones.
El llamamiento de Juan XXIII a buscar lo que nos une, dejando lo que nos divide, fue recordado en los diferentes discursos y enfatizado por el representante de las juventudes islámicas.
En las diferentes intervenciones puso de manifiesto una gran simpatía por el trabajo por la paz que la Comunidad de Sant'Egidio desarrolla en muchas zonas del mundo y también, como dijo el arzobispo Coulibaly, por la fidelidad de la Comunidad en el Espíritu de Asís. El evento concluyó encendiendo el candelabro y con el abrazo de paz, como símbolo de que la herencia del Espíritu de Asís es un patrimonio que hay que comunicar a todo el mundo y en particular a las nuevas generaciones.
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