El sábado 27 de abril, en el orfanato de Moyo, dos niños de 7 y 8 años fueron brutalmente golpeados por el personal acusados de haber cogido, por hambre, un trozo de carne.
La Comunidad de Sant’Egidio de Moyo, que desde hace años trabaja ayudando a los niños, con iniciativas educativas y en la escuela de la paz, se ha sentido profundamente afectada por este episodio y expresa su firme condena hacia estos actos de violencia contra los menores indefensos y en condiciones precarias, actos por otra parte, condenables por la ley de Uganda.
La visita que hicimos a los dos niños tras el grave episodio, puso todavía más de manifiesto la dureza de la vida de los huérfanos - a menudo totalmente abandonados - y nos lleva a la firme convicción que hay que hay que hacer lo que sea para devolverles su derecho a la familia y a una vida digna.
Los niños representan el futuro del país. Quien usa la violencia contra ellos, es responsable de preparar un futuro violento para todos.
Esta triste historia debe ser un motivo para basta y que no se vuelvan a repetir episodios similares. Sentimos el deber de asumir la responsabilidad de los huérfanos de nuestra ciudad y ofrecerles, a partir de ahora, un futuro diferente.
Pedimos a cada hombre y a cada mujer de buena voluntad, que se una a nosotros para crear un centro nutricional, que será un signo concreto del afecto maternal al que todos los niños tienen derecho. |