En ocasión del Día Mundial del Refugiado 2013 la Comunidad de Sant'Egidio, la Asociación Centro Astalli, Cáritas italiana, la Fundación Migrantes, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia y las ACLI, por sexto año consecutivo, organizan una vigilia de oración en memoria de las víctimas de los viajes hacia Europa, en la que participan comunidades y asociaciones de inmigrantes, refugiados y organizaciones de voluntariado.
Todavía hoy muchos hombres, mujeres y niños dejan su tierra con la esperanza de huir de la guerra, de persecuciones, de enfermedades, de carestías, en búsqueda de un lugar donde construir su futuro.
En su mensaje al Pontificio Consejo para los Migrantes, el papa Francisco invitó a los gobernantes, los legisladores y a toda la comunidad internacional a pensar en "iniciativas eficaces y nuevos enfoques para tutelar la dignidad" de los prófugos y los migrantes forzados. Se trata, subrayó el papa Francisco, "de personas humanas, que piden solidaridad y asistencia, que necesitan acciones urgentes, pero también y sobre todo, comprensión y bondad".
No todos los emigrantes logran llegar a su meta: muchos –nadie sabe cuántos– no logran ni siquiera llegar a las costas del norte de África porque mueren en la larga travesía del desierto. Otros mueren en el Mediterráneo: casi 19 mil desde 1998 hasta hoy. Son hombres, mujeres y niños que huyen del hambre, de la guerra, de las persecuciones por las que en muchas partes del mundo todavía se muere. Son seres humanos tan desesperados que ponen en peligro su propia vida para llegar a las puertas de la salvación que representa Europa para ellos y sus hijos.
En Italia se registraron 13.245 desembarcos en 2012, y casi 5.000 en los primeros meses de 2013. Con la llegada del buen tiempo se han reanudado los "viajes de la esperanza", que para muchos se transforman en tragedia. Estos días se ha conocido la noticia de la llegada a Lampedusa de 95 refugiados que se habían aferrado a las boyas de una jaula para atunes después de que la barca en la que viajaban naufragara. Según sus declaraciones, al menos siete compañeros perdieron la vida en la travesía. Calabria ha vuelto a ser meta para los refugiados sirios. Hace tres días llegó la noticia de un parto durante la travesía.
La vigilia de oración quiere no olvidar la esperanza de muchas personas y el sufrimiento de quien busca reparo para no resignarse a las tragedias y quiere trabajar por un mundo más humano y justo. Queremos, además, pedir a los gobiernos, a los legisladores y a la comunidad europea que haga los esfuerzos necesarios para proteger a los refugiados y salvaguardar la vida y la dignidad de los emigrantes. Una medida podría consistir en abrir corredores humanitarios y crear de manera experimental un Centro europeo de primera acogida en Lampedusa.
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