Invitados por la Comunidad de Sant’Egidio, en la catedral católica latina de San Alejandro de Kiev, se reunieron ortodoxos, católicos latinos, grecocatólicos y luteranos para rezar juntos por la paz en Ucrania y en el mundo.
"Nosotros somos la sal de la tierra en este mundo –dijo en su predicación el padre Gueorgui Kovalenko, portavoz de la Iglesia ortodoxa ucraniana–, nosotros estamos llamados a ponernos entre las personas que empiezan a odiar, para que se puedan tender la mano unos a otros".
Se unieron a la oración por la paz jóvenes, ancianos, familias y monjas.
Los días de enfrentamientos que en el mes de febrero afectaron a Kiev, la catedral de San Alejandro, al igual que otras iglesias de las distintas confesiones cristianas de la ciudad, se convirtió en un hospital para los heridos en Maidán.
|