| 8 Septiembre 2014 |
El Papa Francisco a los líderes religiosos: es la hora de que llegue la paz al mundo |
El Pontífice envió un mensaje a los hombres y mujeres de diferentes religiones que se reúnen en Bélgica para seguir el “espíritu de Asís” en el diálogo |
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“Llegó el momento que los jefes de las religiones cooperen con eficacia en la obra de curar las heridas, de resolver los conflictos y de buscar la paz” aseguró el Papa Bergoglio en el mensaje leído este domingo ante los líderes de las Iglesias cristianas, las Comunidades eclesiásticas y los líderes de las religiones mundiales presentes al Encuentro Internacional por la Paz en Amberes, Bélgica del 7 al 9 de septiembre.
“La guerra no es nunca necesaria, ni inevitable. Se puede encontrar siempre una alternativa: es la vía del diálogo, del encuentro y de la sincera búsqueda de la verdad” escribió el Papa Francisco.
“La paz es el signo inequívoco del compromiso por la causa de Dios. Los líderes religiosos están llamados a ser hombres y mujeres de paz. Ellos son capaces de promover una cultura del encuentro y de la paz, cuando otras opciones fallan o tambalean” aseguró en la misiva.
El Santo Padre en una carta que leyó el Obispo de la diócesis de Amberes, Johan Jozef Bonny, se dirigió a los participantes al encuentro organizado por la Comunidad de Sant’Egidio y que este año lleva como titulo: “La Paz es el futuro”.
El Obispo de Roma recuerda que el tema escogido para la reunión de este año evoca los 100 años del inicio de la I Guerra Mundial y la búsqueda de “un futuro en el cual el respeto reciproco, el diálogo y la cooperación ayudarán a espantar el funesto fantasma del conflicto armado”.
En el mensaje se pide que las comunidades sean escuelas de paz y los religiosos operadores de diálogo. “Debemos ser constructores de paz y nuestras comunidades deben ser escuelas de respeto y de diálogo con otros grupos étnicos y religiosos, lugares en los cuales se aprende a superar las tensiones, a promover relaciones equitativas y pacíficas entre los pueblos y los grupos sociales y a construir un futuro mejor para las futuras generaciones” sostuvo el Papa.
Asimismo, recordó los varios conflictos étnicos y religiosos en diversos lugares que llamó, en su viaje de regreso a Corea, parte de “una tercera guerra mundial fragmentada” y pidió que todos los hombre y mujeres de buena voluntad, no permanezcan “pasivos ante tanto sufrimiento y tantas masacres inútiles”.
Precisamente rememoró la detonación de la grande guerra como una enseñanza de que “la guerra no es un medio satisfactorio para reparar las injusticias y llegar a soluciones equilibradas en las discordias políticas y sociales. En definitiva cada guerra, como afirmó Benedicto XV en 1917, es una ‘inútil masacre’”.
“La guerra arrastra a las personas en una espiral de violencia que más tarde resulta ser difícil de controlar; demuele lo que generaciones han trabajado para construir y prepara el camino a injusticias y conflictos peores” añadió.
En este sentido, el Papa Francisco exhortó a las varias tradiciones religiosas a seguir el ‘espíritu de Asís’ para dar una ayuda a la paz. “Lo podemos hacer con la fuerza de la oración” insistió en la carta firmada el 26 de agosto.
"Todos nosotros nos damos cuenta de que la oración y el diálogo están profundamente interrelacionados y nos enriquecen recíprocamente” afirmó.
El encuentro organizado por la Comunidad de Sant’Egidio y la diócesis de Amberes es una ocasión para reunir intelectuales, políticos, operadores y líderes religiosos a nivel mundial para reflexionar sobre la paz en un contexto global beligerante; inmigración hacia Europa y Estados Unidos, conflicto en Siria, Iraq, la paz en Oriente medio, entre otros temas.
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