Desde las cárceles italianas llega una ayuda para los detenidos de las cárceles africanas. Hasta ahora se han recogido y enviado a África 11.000 euros.
16 de junio de 2011

“Nadie es tan pobre como para no poder ayudar a otro pobre". Esa es la idea que impulsa la Campaña “Liberar a los presos de África” que se está llevando a cabo en las cárceles italianas para ayudar a los presos africanos.
Las cárceles de Roma, Nápoles, Génova, Florencia, Vercelli, Pescara, Sulmona, Padua, Milán, Terni, Rieti y muchos otros lugares de detención han abierto sus puertas a las necesidades de aquellos que, en África, viven en la cárcel en condiciones realmente difíciles. 

Algunos datos:

120 encuentros realizados en 66 centros penitenciarios italianos;
4000 detenidos han recibido con alegría la propuesta de realizar una aportación económica a las cárceles africanas, tras haber conocido las terribles condiciones en las que allí se vive;
11.000 euros han dado ya los presos italianos. Una cifra considerable, si pensamos que los que dan no sólo no son ricos, sino que viven en una situación de gran incertidumbre y dificultad.

El ejercicio de la solidaridad devuelve la dignidad: historias y palabras

Asumir la conciencia de poder ser útil a los demás no es algo insignificante, y debería tenerse en cuenta también como medio de rehabilitación. Es la experiencia que se va intensificando con el avance de esta campaña, que da muchos ejemplos: “Habéis dado un sentido a mi vida”, afirmó un hombre recluido en una cárcel romana, tras haber trabajado intensamente para ayudar a esta campaña solidaria. Otro escribió:

“Estoy detenido desde hace casi 3 décadas, no trabajo, aunque en la cárcel no hay trabajo, a pesar de ello mi corazón, con alegría, me impulsa a hacer algo, que a lo mejor no será mucho, pero es lo que yo puedo hacer, y repito que lo hago y lo haré con alegría, porque lo siento así en mi interior. Los demás detenidos compañeros míos también ayudarán a los presos africanos, y así esperamos ser cada vez más, porque la solidaridad nunca es suficiente. Os doy las gracias por vuestra visita y por el cariño que me dais.”

H. nigeriano de 32 años, después de un año de cárcel tuvo la suerte de ser admitido para hacer trabajos de limpieza. Gana 150 euros al mes, pero siente que cada mes tiene que dar algo para los pobres, porque así lo aprendió de su padre, un hombre de fe: “Yo también quiero dar la décima parte de lo que gano, pues así está escrito en la Biblia y así me lo enseñó mi padre”.

La solidaridad es contagiosa y supera muchas distancias. También el personal y algunos directores de los centros penitenciarios se han involucrado. “No he podido dejar de ayudar yo también", dijo un director que conoce bien la cárcel, empezando por la situación de las italianas.

En esta campaña incluso un euro es útil (significa poder dar 5 pastillas de jabón. La falta de higiene es la causa de muchas enfermedades).

Estos días la generosidad de los detenidos ha alcanzado la suma de 11.000 euros, manifestación del deseo de recuperar la "libertad" de poder ayudar a quien está peor.
La recogida continuará los próximos meses, también durante el verano.

Están previstos otros encuentros en Venecia, en Cerdeña, en Sicilia y en Calabria.

Resultados obtenidos hasta el momento:

Con lo recogido en las cárceles se ha podido:
- comprar jabón para 4.000 personas de algunas cárceles de Mozambique y de Guinea
- proporcionar un complemento alimentario para 4.000 personas de las cárceles de Mozambique y de Guinea       
- comprar 200 estoras para las cárceles rurales de Mozambique
- proporcionar 50 kits de medicamentos a una cárcel de Guinea
- pagar a un médico que visita a los detenidos enfermos en una cárcel de Guinea, una vez por semana durante todo el año                       
- liberar a 20 detenidos en Mozambique                            
- liberar 8 presos en Guinea                           

Todo eso con una cantidad de 11.000 euros.