En la cárcel de menores de Jos, capital del estado de Plateau de Nigeria, los menores detenidos vivían sin agua corriente. La situación era dramática: superpoblación, condiciones higiénicas precarias, y con la llegada de la estación más cálida la falta de agua podía empeorar las ya difíciles condiciones sanitarias. Es un problema difuso en muchas cárceles nigerianas y en general en todo el continente africano.
Pero en la cárcel de Jos la situación ha cambiado: la Comunidad de Sant’Egidio ha terminado recientemente la instalación de un grupo hídrico con una bomba que puede proporcionar aguar corriente a los detenidos.
"Agua significa vida". Con estas palabras Hassana Ayika, secretaria del Ministerio de Asuntos femeninos y desarrollo social del estado de Plateau, ha agradecido a la Comunidad de Sant'Egidio su intervención urgente. "Llevamos muchos años sin poderlo hacer, y Sant'Egidio lo ha logrado en poco tiempo".
La Comunidad de Sant’Egidio de Jos visita habitualmente a los menores detenidos en la "Young People's Home", especialmente los ayuda en sus estudios para facilitar su futura reinserción a la sociedad.
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