Los niños de Matlan están emocionadísimos, no pueden esperar que llegue junio, el mes en el que las escuelas Filipinas abren las puertas para empezar el nuevo año escolar. Sí, porque este año también ellos podrán estudiar en una escuela de verdad y no en un rincón de la iglesia que les acoge desde el día del tifón. De hecho, acaba determinar la construcción del primer piso de la Escuela de la Paz y de la Esperanza construida por la Comunidad de Sant'Egidio en colaboración con la diócesis filipina de Palo.
El primer piso de la escuela abrirá sus puertas en junio, y allí estudiarán los niños de infantil y primaria. Mientras tanto continuarán las obras para construir el segundo piso. La escuela, cuya placa fue bendecida por el papa Francisco durante su viaje a Filipinas, ha obtenido el reconocimiento gubernamental, y puede emitir diplomas de estudio válidos a todos los efectos.
El pueblo de Matlang, en la zona de Taclobán, en el centro de Filipinas, quedó devastado por el paso del tifón Haiyán (para los filipinos, Yolanda). Desde entonces los niños de la zona hacían clase en algunos lugares de la parroquia que se salvaron de la furia del tifón. La zona de Matlang es muy pobre, la población se ganaba la vida pescando o trabajando en las minas de cobre en condiciones de alta precariedad. Muchos padres dieron las gracias emocionados a la Comunidad por la escuela: la educación de sus hijos representa una oportunidad de rescate para aquellas familias que pasan dificultades, que están agradecidas porque sus hijos podrán estudiar pronto en la nueva School of Peace and Hope de Matlang.
Inicio de las obras, junio de 2014
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Primer piso de la escuela, mayo de 2015
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