UEl pasado 2 de agosto se inauguró un encuentro de representantes de todas las comunidades de Sant'Egidio de Tanzania recordando el atentado que en Arusha, a principios de mayo, en la parroquia de Olasiti, dedicada a san José Obrero, provocó tres víctimas y varios heridos. En el momento del atentado, aquel día, estaban presentes también el obispo de Arusha y el Nuncio Apostólico del país .
En el espacio de delante de la iglesia, ante las tumbas de la mujer y los dos niños que fallecieron aquella mañana de mayo, rezaron por las víctimas del mal, por la pacificación de los corazones, por la llegada de una cultura de la convivencia y de la reconciliación.
Ante la fuerza del mal, ante las nubes que se ciernen sobre el futuro de una sociedad que ha sido –y todavía es, en gran parte– un modelo de convivencia entre culturas y credos, quisieron reafirmar la confianza en la fuerza débil de la oración..
Cantaron con las palabras del salmo 85: “Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y Paz se besan". Recordaron que hay que ser instrumento de paz para que la herencia histórica de Tanzania no se pierda sino que se transmita a las generaciones futuras, para que el corazón de muchos se transfigure, para que el diálogo y la convivencia hagan desaparecer el odio y la violencia. |