Hasta el apelativo de la obra pretende no dejar indiferente a nadie: la guía Michelin de los pobres. La comunidad de Sant Egidi (o Sant’Egidio) presentó ayer en Barcelona el libro On menjar, dormir i rentar-se a Barcelona. El opúsculo, de 224 páginas y más de 500 direcciones útiles, se repartirá gratuitamente entre trabajadores sociales y personas sin recursos.
Para Sant’Egidio, que nació en Roma y hoy está en más de 70 países, ayer era un día feliz: gracias a su iniciativa de corredores humanitarios, el lunes llegó a Roma un grupo de 93 refugiados sirios. Lograron los visados en la embajada italiana de Beirut y no tuvieron que jugarse la vida en el mar o el desierto. La conclusión desde el lunes es clara: si una oenegé puede, la UE también debería poder.
La comunidad atiende en Barcelona a más de 50 familias sirias, por lo general de tres o más integrantes, que han llegado por sus propios medios, la mayoría a través de Melilla. La ayuda que les prestan busca lo mismo que la que ofrecen a indigentes, personas sin hogar o ancianos que viven solos: hacer la ciudad más humana. Según Sant Egidi, más de 1.400 personas no encuentran refugio durante la noche en la capital catalana y duermen en la calle o en alojamientos precarios o temporales. Otras 1.600 personas duermen en centros de acogida municipales, concertados o privados. “Hay que crear más”, dicen los responsables de la oenegé. Duele leer On menjar..., pero es necesario. De esta obra dice la web oficial (santegidio.org): “Ha sido llamada la guía Michelin de los pobres porque representa un instrumento indispensable para la supervivencia para quien está obligado a arreglárselas solo”. Y la soledad “es la madre de todas las pobrezas”.
DOMINGO MARCHENA
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