La Comunidad San Egidio condenó la ejecución penal de Troy Anthony Davis, al que consideró un "asesinato" perpetrado por el Estado de Georgia (EE.UU.).
"Eso sucedió a pesar de una clara evidencia de la falsificación en la acusación, movilización nacional e internacional para ayudar al sistema judicial de ese estado de no cometer errores irreparables otro lugar de un crimen evitable y de odio", dijo en un comunicado.
"La máquina de la injusticia de la pena capital, siempre se puede evitar, siempre humilla a una verdadera cultura de la vida y capaz de restaurar la justicia y los derechos humanos en la medida de lo posible, siempre es inhumana e innecesaria, irreparable y siempre es brutal. En el caso de Troy Davis está más cubierto de vergüenza, porque no tenía, en Georgia y los Estados Unidos, una ocasión especial para detenerlo.
Sin embargo, ha bajado el nivel de los que matan a toda la sociedad civil, en el nombre de la ley, haciendo caso omiso de aquellos que se han comprometido a parar este horror y el levantamiento de la comunidad de esta humillación de la ley y la justicia.
Se han sentido ignorados y una solicitud de amplia participación de los no creyentes y creyentes de todo el mundo, la Iglesia Católica en muchas denominaciones cristianas, a los representantes de todas las creencias y la cultura, Georgia, EE.UU. y en todo el mundo.
Es una vergüenza. Una razón más para detener la pena de muerte. Para siempre. La Comunidad de Sant''''Egidio expresa su cercanía a la familia de Troy Davis, y las víctimas de todos los actos de violencia, que no reciben la justicia, nunca, cuando la muerte se suma a otra muerte, y menos aún en este caso , que afecta a un hombre inocente y humilla a la derecha.
El compromiso con la abolición de la pena capital es una razón más. Una razón más para que los Estados Unidos para unirse al resto del mundo democrático y la invitación de las Naciones Unidas a abandonar la pena de muerte y de estar abierto a un mayor nivel de justicia y eficiencia, siempre es capaz de respetar la vida humana.
Fuente: Comunidad San Egidio