Unos 23 países han aplicado la pena de muerte en el 2010, muchos de ellos habían evitado ejecutar personas por años, lo que ha sido considerado como un "paso atrás" por la comunidad católica de San Egidio, autora del informe.
La organización celebra este martes en Roma la jornada internacional a favor de la vida y contra la pena de muerte por lo que ha invitado a unos 20 ministros, la mayoría provenientes de Africa.
Unas 1.400 ciudades de 87 países adhirieron a la campaña a favor de la abolición de la pena capital en el mundo, explicó un portavoz de la comunidad.
En 2010, dos países más decidieron suspender la pena de muerte: Gabón, que la eliminó de la legislación, y Mongolia, que se acogió a la moratoria propuesta por la ONU.
En total, 139 países del mundo han suprimido la pena de muerte de la legislación o han dejado de aplicarla, mientras 50 la mantienen aún.
"Menos de la mitad de los países que conservaron la pena capital la han aplicado y en menos de un tercio de esos países se ejecutaron condenas a muerte en los últimos cuatro años", indicó Mario Marazziti, portavoz de la comunidad.
El presidente de San Egidio, Marco Impagliazzo, lamentó sin embargo que debido a la crisis económica ha surgido una suerte de "populismo superficial" para defender la pena de muerte.
La nueva ministra italiana de Justicia, Paola Severino, confirmó por su parte que Italia continuará a luchar en primera fila contra la pena de muerte en todas las instancias competentes.
Italia trabaja desde hace unos 20 años a favor de la abolición universal de la pena capital.
A finales del 2007 trabajó activamente para que la Asamblea General de la ONU reunida en Nueva York aprobara una resolución a favor de la moratoria con 104 votos a favor, 54 en contra y 29 abstenciones.
|