Una jornada de memoria setenta años después de la deportación de los judíos del gueto de Roma, ayer fue un día de recuerdo. La ciudad no olvida. Tras las manifestaciones institucionales que se sucedieron durante el día, a las 19.00 salió la marcha organizada por la Comunidad de Sant'Egidio junto a la comunidad judía de Roma, en la que participaron miles de personas.

Habla del acto Andrea Riccardi en su artículo "El drama del gueto. Recordar aquel dolor nunca será retórico" (Corriere della Sera)

Unna larga procesión de miles de personas fue desde la plaza de Santa Maria in Trastevere hasta el antiguo gueto judío, donde se detuvo justo en el lugar donde hace setenta años, al alba del 16 de octubre de 1943 las SS rastrearon y deportaron a 1.044 judíos, entre los que había más de 200 niños. Solo volvieron 16. Uno de los supervivientes, Enzo Camerino, hizo un emocionado discurso.

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El recuerdo del dolor se hace hoy solidaridad con muchos que, todavía hoy se ven obligados a huir de las persecuciones y de la violencia. El drama de Lampedusa, recordado en las palabras de muchos de los oradores, se convertirá en gestos de solidaridad concreta hacia los refugiados que próximamente serán acogidos en la ciudad de Roma.

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