El viernes 21 de febrero se celebró en Bujumbura la conferencia titulada: "Los ancianos en Burundi: sensibilizar al país". El acto –que contó con la participación de más de 300 personas– fue la ocasión de dar a conocer mejor al país la situación de los ancianos que, como en muchos otros países africanos, viven en una situación de creciente marginalidad. La Comunidad se dio cuenta de su situación, se hizo cargo de su petición de compañía, apoyo y solidaridad y se ha convertido en su portavoz ante el país.
En Burundi los ancianos todavía representan únicamente el 2,3% de la población. No obstante la esperanza de vida –también gracias a la paz– en los últimos años ha aumentado mucho: en 2000 era de solo 44 años, mientras que ahora ha aumentado casi a 60. Se prevé, pues, que en 2050 los ancianos lleguen a ser el 12% de la población. Frente a este crecimiento que se espera muy rápido, la Comunidad de Sant’Egidio ha propuesto que alrededor de los ancianos se cree una red de solidaridad en la que participen varios sujetos de la sociedad y ha apoyado la importancia de elegir el modelo de asistencia a domicilio frente al modelo de la institucionalización. Estas propuestas, que han suscitado atención e interés, son lo que Sant'Egidio ya vive cuando visita a los ancianos en el campo y, en Bujumbura, en los barrios de la ciudad y en una residencia.
La presencia de monseñor Matteo Zuppi, obispo auxiliar de Roma y asistente eclesiástico de la Comunidad de Sant'Egidio, así como mediador oficial de las conversaciones de paz de Burundi, ha favorecido la apertura de un debate sobre el futuro del país, de sus habitantes, de las generaciones futuras.
Participaron también en la conferencia el primer vicepresidente de la República, el ministro de Solidaridad Nacional, el ministro de la Función Pública, dos presidentes eméritos de la República, el arzobispo de Bujumbura y otras personalidades.
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