Durante el Ramadán musulmanes de todo el mundo observan un mes de oración y ayuno. Al atardecer llega el iftar, la interrupción del ayuno que tradicionalmente empieza con una oración y una cena que reúne a la familia y a los amigos más íntimos. Y fue precisamente un clima de familia lo que se respiró ayer por la tarde en el CIE (Centro de Identificación y Expulsión) de Ponte Galeria, a las puertas de Roma, donde la Comunidad de Sant'Egidio ofreció una cena especial por el Iftar a todas las personas detenidas en el centro.
"Gracias por pensar en nosotros, somos hermanos, cristianos y musulmanes", dijo emocionado un joven egipcio. Y musulmanes y cristianos hicieron fiesta juntos, como una familia, con música y bailes de todo el mundo.
Además de las distintas fiestas durante el año, la Comunidad de Sant'Egidio mantiene una relación continua con los inmigrantes del CIE a través de visitas semanales y una escuela de lengua italiana que empezó hace ya un año en la sección femenina del centro.
Tras el Iftar, el Verano de Solidaridad continúa con las fiestas programadas para la próxima semana en las cárceles romanas de Rebibbia y Regina Coeli en ocasión del final del Ramadán.
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