El sábado se celebraron los funerales de los ocho jóvenes de la Comunidad de Costa de Marfil que murieron en un grave accidente de tráfico el viernes 18 de octubre. Toda la pequeña ciudad de M'Batto, a 300 quilómetros de la capital, Abiyán, llenó la plaza principal para asistir a la celebración junto a una amplia delegación de la Comunidad llegada de Roma, de Abiyán y de otras ciudades del país y algunas autoridades del Estado.
Estaban presentes también los estudiantes de todas las escuelas de la zona, algunos de los cuales eran compañeros de clase de los jóvenes, de 12 a 24 años, que murieron en el trágico accidente. Una profunda conmoción acompañó la liturgia en la que participaron unas 5 mil personas.
Con palabras de esperanza y de resurrección, el padre Philippe Zongo, llegado de Roma, en su homilía recordó el deseo y la alegría con la que habían partido la noche del viernes de M'Batto para ir a unos días de formación que tenían que pasar en la ciudad de Bonbounanou: "Su deseo y sus ganas de vivir el Evangelio no se han perdido sino que el Señor las ha recogido y ahora viven en cada una de nuestras comunidades y en la amistad con los pobres".
Muchos signos de unidad y de solidaridad llegaron inmediatamente después de la muerte de los jóvenes y el auxilio a los 12 heridos en el accidente, algunos graves. Todos se fundieron en un abrazo a las familias y a la Comunidad de Sant'Egidio. |