Estos días algunos representantes de las Comunidades de Sant'Egidio de Mozambique se han reunido en Maputo con Andrea Riccardi para hablar de "Juventud de una historia, herencia de un futuro de paz".
El encuentro ha sido una ocasión de debatir sobre los cambios de la sociedad mozambiqueña y de prepararse para el 50 aniversario de la Comunidad.
Han hablado de muchos temas: recoger la herencia de Floribert Bwana Chui, joven de Sant'Egidio asesinado en 2007 en Goma (Congo), por no ceder a la corrupción, el desafío de ser una comunidad en salida, comunicar el Evangelio a las jóvenes generaciones, trabajar por los niños de la calle que han aumentado numéricamente, o la proliferación de las sectas.
Ha sido especialmente festiva y concurrida la oración de inauguración de la iglesia dedicada a San Juan Pablo II, que la diócesis ha confiado a la Comunidad. Está en el centro de la ciudad de Maputo, llevaba muchos años cerrada y tras los trabajos de restauración ha abierto las puertas para acoger a un pueblo en fiesta y la oración de la tarde.
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