Una gran sala, llena de colores, reunió a más de 400 personas de varias religiones el 9 de septiembre en Yaundé, la capital de Camerún.
Eran representantes de las principales religiones de la sociedad camerunesa: la Iglesia católica (con monseñor Jean Zoa y monseñor Essama), los ortodoxos (con el padre Etendi y el padre Damien), los protestantes (con los referendos Ntonga y Memouna), los musulmanes (con varios imanes, entre los que estaban el gran imán Adamou, el imán Sadou y el imán Djibril) y los judíos (con el rabino Jean). Todos manifestaron su agradecimiento a Sant'Egidio por su empeño en llevar este espíritu de diálogo a un país que en estos momentos siente con fuerza la amenaza de Boko Haram.
El encuentro, que se celebraba al mismo tiempo que el de Amberes, llevaba también el mismo título: "La paix est l'avenir - Religions et cultures en dialogue, cent ans après la première guerre mondiale", y se cerró con la firma del Llamamiento de Paz.
Junto a la oración por la paz, hubo un recuerdo especial de las víctimas de la epidemia de ébola.
Al finalizar la ceremonia todos encendieron una vela de paz y se comprometieron a llevarla a sus comunidades, para que Yaundé y todo Camerún se iluminaran con el entusiasmo y el compromiso por el diálogo y la paz.
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