Agencia Fides | 12 Septiembre 2012 |
Llamamiento de paz en el Meeting Living Together is the Future: “vivir juntos entre personas diferentes es posible en cualquier parte del mundo” |
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Sarajevo (Agencia Fides) – “ Es necesario tener un valor nuevo en medio de las dificultades. Mirando a lo lejos, hay que crear en el diálogo un lenguaje hecho de simpatía, amistad y compasión. Este lenguaje común nos permite hablar, viendo la belleza de las diferencias y el valor de la igualdad. Vivir juntos en paz es la voluntad de Dios, el odio, la división, la violencia, las masacres y el genocidio, no vienen de Dios”. Es un extracto del Llamamiento de Paz que ha puesto fin al meeting “Living Together is the Future” organizado por la Comunidad de Sant'Egidio en la capital bosniaca del 9 al 11 de septiembre.
Los representantes de las diferentes religiones se han reunido en esta tierra, que aún lleva las heridas de la última guerra combatida en Europa: ese doloroso conflicto nos recuerda a todos “como la guerra es un gran mal y deja una herencia envenenada. Se debe evitar con todas las fuerzas el caer en la espiral terrible del odio, la violencia y la guerra” se lee en el llamamiento. Aunque en nuestra época “cada vez más personas diferentes se acercan geográficamente... es necesario acercarse en lo más profundo. Hay que hacerlo espiritualmente a pesar de la diferencias entre las religiones. Nosotros somos diferentes. Pero nuestra creencia unánime es la siguiente: vivir juntos entre personas diferentes es posible en cualquier parte del mundo, y es muy fructífero. Es posible en Sarajevo y otros lugares. Debemos prepararnos con responsabilidad para el futuro. La responsabilidad de las religiones en esto es muy grande”.
En tiempos de crisis económica como el actual, “la tentación de replegarse, incluso de culpar a los demás de los problemas, los del pasado o del presente, es muy fuerte. De esta forma un pueblo se convierte para otro en extranjero o enemigo. Se desarrollan culturas peligrosas del resentimiento, del odio, el miedo... Las religiones tienen una gran tarea: hablan de Dios al corazón humano y lo liberan de odios, prejuicios, miedos, abriéndolo al amor. Cambian al hombre y la mujer desde el interior. Las religiones pueden enseñar a todo hombre y mujer y a los pueblos el arte de vivir juntos a través del diálogo, el respeto mutuo, el respeto por la libertad y la diferencia. De este modo se puede crear un mundo más humano. Porque todos somos iguales y todos somos diferentes”
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